Me estoy estresando.....¡Ayuda!

 Martina Aldonate

Este 2020 ha sido atravesado por el COVID 19, que trajo consigo una cuarentena en la que la sociedad se vio envuelta en un cambio de 360 grados en su rutina. Se ha hablado mucho de lo que significa estar en el exterior, sobre los riesgos de salir durante la fase 1, sugiriendo quedarse en casa como una solución sencilla y sin consecuencias. Pero ¿Qué tanto hay de cierto en eso?

Es de publico conocimiento que si nos quedamos en nuestros hogares no contraeremos el virus y físicamente nos encontraremos a salvo, pero ¿Qué pasa con nuestra mente? Los alarmantes números y discursos que vemos en las noticias no son percibidos por todos de la misma manera, atravesamos un cambio drástico en nuestra vida, sumándole el peligro y miedo a lo desconocido. Sabiendo esto es irónico pensar que cundo alguien expresa su desestabilidad emocional durante la cuarentena el que lo que se escucha por lo general es; ¿Por qué, si estás en tu casa todo el día? ¿Por qué si ahora no tenes que ir a trabajar, simplemente te conectas a la computadora y ya? ¿De qué podes estresarte si ahora ni siquiera vas a la escuela?

Es generalmente a los adolecentes se los tacha de “exagerados” y “dramáticos”. Pero analicemos la situación por un segundo; un adolecente pasó de ir todos los días al colegio, ver a sus amigos, salir los fines de semana o asistir a fiestas llenas de gente. A quedarse confinado en su casa, suspendiendo todo lo anterior. La adolescencia ,biológicamente, es una etapa compleja y de cambios emocionales, a esto sumémosle una pandemia mundial, la presión de sentir que no está disfrutando en nada su juventud y que encima si trata de pedir auxilio en una figura de autoridad esta desprestigie

Como comprende un abuelo que ninguno de sus nietos o hijos podrá visitarlo, o si lo hace no será tan seguido como antes y manteniendo una distancia. Como se le explica a un niño que no puede establecer contacto con sus amiguitos.

Ahora con todo este panorama ¿es fácil quedarse en casa?

Tomemos en cuenta lo que está ocurriendo actualmente. La cuarentena se flexibilizo, las aulas volvieron a ser ocupadas y la amenaza de un rebrote caudado por adolecentes es constante. He aquí las consecuencias de no haber prestado atención a las alarmas, actualmente todas esos jóvenes y adultos que se sentían sofocados por el encierro ante la  minima flexibilidad de reuniones salieron desaforadamente a tratar de volver a una normalidad que aun no ha llegado, asi fiestas clandestinas, confiterías desbordadas y los supuestos protoclos en las reuniones que lamentablemente nadie respeta.

Sin embargo, vale aclarar que esto no es justificación para las fiestas clandestinas o los incumplimientos de los protocolos, que se han visto excesivamente ignorados. Bajo ningún termino o circunstancia se considera razonable salir a una fiesta clandestina o a un bar cuando hay gente que de verdad está muriendo. Para estabilizar nuestra salud emocional podemos realizar algunas de las siguientes actividades, propuestas por la prestigiosa “Mayo Clinic” ubicada en Rochester Minnesota, EEUU):

·                     Limitar la exposición a los medios de comunicación. Las noticias constantes sobre la COVID-19 en todos los tipos de medios de comunicación quizás contribuyan al miedo sobre esta enfermedad. Limitemos el uso de medios sociales que puedan exponernos a rumores e información falsa. Indaguemos en fuentes con buena reputación.

·                     Mantenerse ocupado. Una distracción puede alejarte del ciclo de pensamientos negativos que alimentan la ansiedad y la depresión. Disfruta, respetando las normas de bioseguridad, para terminar esta pandemia lo antes posible

·                     Usar nuestros valores morales o la vida espiritual como apoyo. Si tus creencias te dan fuerza, pueden brindarte consuelo en momentos difíciles.

·                     Establecer prioridades.  Reconoce tus logros por cada paso en la dirección correcta, sin importar qué pequeños sean. Y acepta que algunos días serán mejores que otros.

·                     Formar conexiones. Si necesitas quedarte en casa y distanciarte de los otros, evita el aislamiento social. Encuentra un momento cada día para hacer conexiones virtuales por email, textos, teléfono o FaceTime o aplicaciones similares. Si estás trabajando a distancia desde tu casa, pregúntales a tus colegas cómo están, y comparte consejos para afrontamiento. Disfruta haciendo sociabilidad virtual y hablando con los que viven en tu casa.

·                     Prestar apoyo a un familiar o a un amigo. Si un familiar o un amigo necesita aislarse por razones de seguridad o se enferma y necesita hacer cuarentena en su casa o en el hospital, piensa en maneras de permanecer en contacto. Por ejemplo, puedes hacerlo con dispositivos electrónicos o el teléfono, o enviarle una nota para alegrarle el día.

Para concluir este tema que nos interesa a todos podemos decir que lo más importante es saber pedir ayuda, y a quien pedirla. Muchos psicólogos y profesionales están al tanto de esta situación y se han capacitado para ayudarnos a enfrentarla, no dejemos que los estigmas sociales se apoderen de nosotros y dudemos en acudir a ellos.

 Infografía trabajada

 

Referencias

Cita de autoridad

Concesión

Generalización

Ejemplos

Comparación

Preguntas retoricas

Exageración

 Martina Aldonate

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

La comunicación antes de la electricidad

Tercera generación de computadoras

LA IMPRENTA-EVOLUCIÓN